Madre e hijo, Taíno/Arawak

    Cuenca del Caribe, hacia 900–1500 EC

    Madre e hijo, taíno/arawak, cuenca del Caribe, hacia 900–1500 EC
    Estalactita tallada compuesta de guano de murciélago endurecido, 13 x 24 ½ x 3 ½ pulgadas (33 x 62,2 x 8,9 cm)
    Jay I. Kislak Collection of the Early Americas, Exploration and Navigation, Miami Dade College
    , MDC PC 2020.3.7

    El origen de este pequeño y extremadamente raro objeto que representa a una madre con su hijo se desconoce. Es casi seguro que procede de la cuenca del Caribe, probablemente de las Antillas Mayores. Puede haber sido creado por los indígenas de la zona, los arawak, o por los taínos, un subgrupo de los arawak y el primer pueblo nativo que Cristóbal Colón encontró al desembarcar en La Española. Los términos arawak y taíno se utilizan a menudo indistintamente, dependiendo de la ubicación, y muchos subgrupos reconocidos también hablan lenguas arawakas relacionadas. También se desconoce el origen del material de la talla, una sustancia endurecida que podría ser un trozo de estalactita o de acreción de cueva (guano de murciélago), tan fosilizada que parece piedra.

    El pueblo taíno creía en el culto a deidades de la naturaleza conocidas como zemis. Había dos deidades supremas: Yúcahu, el señor de la casava y el mar y la fuente de sustento, y Atabey, su madre, que era la diosa del agua dulce y la fertilidad humana. Las mujeres le rezaban para tener un parto seguro. El término zemi se aplicaba no sólo a las deidades en sí, sino también a los ídolos y fetiches que las representaban, que los taínos fabricaban con los restos de los antepasados o con materiales naturales que se creía que estaban habitados por espíritus poderosos. También se han encontrado zemis en cuevas, hechos de elementos rupestres. Las cuevas eran lugares sagrados y también estaban pintadas y talladas con petroglifos y los contornos de los espíritus naturales que vivían en su interior.

    Esta singular figura tallada representa una forma de deidad de la fertilidad, posiblemente relacionada con Atabey y con su morada en una cueva, en donde podía rendírsele culto. Su forma es altamente abstracta y simplificada, manteniendo la forma de lo que suponemos que fue una estalactita, mientras que su tamaño la hace portátil, quizá para que las mujeres la tuvieran en su poder y la utilizaran en rituales de fertilidad.

    Expuesto: Culture and Change in the Early Americas, Kislak Center, Miami Dade College, 20 de mayo de 2018–31 de enero de 2021.

    Foto de Lynton Gardiner. © Kislak Center at MDC.